¿Qué es el Elfo Travieso?

Imagina que cada mañana, en diciembre, los niños de tu casa se despiertan emocionados buscando dónde se ha escondido el elfo esta vez. A veces lo encuentran colgado de una lámpara, otras dentro de la nevera comiéndose los yogures… y otras, ¡haciendo verdaderas travesuras!

El Elfo Travieso —también conocido en otros países como Elf on the Shelf— es un pequeño muñeco que llega desde el Polo Norte para instalarse en nuestras casas durante las semanas previas a la Navidad. Su misión es muy especial: observar el comportamiento de los niños y niñas, y cada noche regresar al taller de Papá Noel para contarle cómo se están portando.

El elfo travieso se ha convertido en una divertida tradición navideña porque cada día aparece en un lugar diferente de la casa haciendo alguna travesura, como pintar plátanos o dejar huellas con harina. No es solo un muñeco, sino una forma de crear momentos mágicos en familia y estimular la imaginación infantil con historias diarias.

Las reglas del juego

Sí, tiene reglas. El Elfo Travieso tiene su propio código de conducta, y estas son las tres reglas principales:

  1. No se toca: Si los niños lo tocan, podría perder su magia.
  2. Habla con Papá Noel, pero no con humanos: ¡es muy reservado!
  3. Cada mañana está en un sitio diferente: pero nadie lo vio moverse.

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Una experiencia familiar inolvidable

Por supuesto, aquí tienes un resumen que conserva el tono retórico y evocador:


Recuerda!, el Elfo Travieso llega en diciembre para convertirse en uno más de la familia: puedes nombrarlo, vestirlo, escribirle cartas o compartir cuentos con él. Es una forma divertida de reforzar valores, alimentar la creatividad y vivir la magia navideña en cada rincón del hogar.

Y tú… ¿ya sabes dónde aparecerá mañana? Porque la Navidad no se mide en días, sino en momentos que recordaremos siempre.